La experiencia de perder un ser querido…, La experiencia de sentir la falta de una persona amada… Nunca estamos ni estaremos preparados para la muerte y menos la muerte de las personas a nuestro alrededor, a pesar de que todos sabemos que llegará esa hora.
La angustia y el dolor nos indican que la muerte no es algo natural, que no hemos sido creados para ella, sino más bien para amar y ser felices en la eternidad junto a Dios. Sin embargo, ese orden original se rompió y estamos frente a una dura realidad. Pero así es esta vida. Aún así, debemos estar tranquilos porque la verdadera vida comienza con la muerte para estar cerca de Dios experimentando lo mucho que nos ama. Poderlo ver cara a cara es el mayor regalo que nos puede dar.
Dios quiso hacerse hombre y morir por nosotros. Venciendo la muerte nos abrió la puerta para que podamos llegar definitivamente a su lado. Es mucho más que aceptar la triste pérdida, es tener la certeza de fe de saber que nuestros seres queridos fallecidos están felices, sin preocupaciones, ni miedos, ni dolores, que están allí viéndonos, orando por nosotros y esperando nuestras oraciones.
En este día conmemoramos a los fieles difuntos. Hay países como México donde se tienen muy bonitas tradiciones. Pero en todos nuestros hogares siempre recordamos a nuestros seres que han partido a un lugar donde no existe maldad ni odio, donde todo es amor. Año tras año vamos al cementerio, oramos por ellos para que Dios los tenga en su Gloria.
Concédeles, Señor, el descanso eterno y que les ilumine tu luz perpetua, que descansen en paz. Amén.