Acabamos de celebrar en nuestra comunidad la «Octava de Navidad», pero ¿qué significa eso para nosotros? La noche del 24 de diciembre comenzamos la Octava con la solemne celebración de Navidad que se extiende hasta el 1 de enero, que celebramos la Solemnidad de Santa María Madre de Dios.
Durante estos días seguimos profundizando en el Misterio de la Encarnación de Cristo, además de celebrar como familia el periodo navideño.
Nuestras Constituciones prescriben que el
corazón del espíritu de la Congregación es la caridad, y nos invitan a vivirla con una donación universal y delicada, además de fomentar la servicialidad ingeniosa y abnegada. Este fue el espíritu que se vivió en nuestra comunidad en estos días.
En la Octava tuvimos muchos momentos de convivencia y descanso: Misas solemnes, juegos, comidas especiales, dulces, cantos, actividades de mística, documentales y películas. Sobre todo, fue tiempo para compartir entre nosotros la alegría de la Navidad.
En la mitad de la Octava también preparamos el Centro para recibir a nuestros invitados: más de 100 jóvenes de todo Estados Unidos que vinieron a vivir diferentes retiros organizados por los sacerdotes del territorio.
También el 31 de diciembre tuvimos nosotros un retiro, todo el día en silencio para meditar y agradecer a Dios por todos los bienes y gracias que recibimos durante este año, y para pedirle luz para saber lo que Él quiere de nosotros para este año nuevo.
Todos estos días los vivimos como familia, celebrando el Nacimiento del Niño Jesús que nos ha convocado para estar junto a él. Fueron momentos de alegría, paz y descanso.